lunes, 17 de noviembre de 2008

Sofía, griega como la democracia

Por dignidad, aquellos colectivos que han clamado al cielo por las palabras de la Reina Sofía en el recientemente publicado libro de la periodista Pilar Urbano, tendrían que expresar con la misma rapidez y decisión el debido agradecimiento a la pronta respuesta en forma de disculpas de la esposa de Su Majestad el Rey. "Son sólo papeles", aseguró elegante doña Sofía en referencia a la quema de los retratos de su efigie y de la del Jefe del Estado por parte de varios grupos de jóvenes meses atrás en Cataluña. Responsabilidad.

Aquellos que con tanto ímpetu defienden el respeto a las minorías debieran aplicarse el cuento y hacer lo propio con las opiniones particulares de una señora que ha dedicado su vida al servicio de España y los españoles con una seriedad, profesionalidad y una elegancia exquisitas. Quizás aquellos a los que les faltó tiempo para emprenderlas con la Reina, porque son incapaces de dedicarse a solucionar los problemas que de verdad aquejan a la sociedad española --que poco tienen que ver con los debates de repúblicas y coronas--, antes de hablar debieran haberse dado un paseíto por otros países donde el Rey decide, se enriquece con un porcentaje fijo de los beneficios de las empresas, ejecuta y aplica las leyes a su gusto y antojo.

Con su desliz, perdonable en una persona que ha cumplido 70 años con mucho visto y vivido en sus espaldas, y que sólo ha hablado a través de sus ojos y de su sonrisa, la Reina Sofía ha dado una auténtica lección de democracia e historia a todos. ¿Puede imaginarse a alguno de los monarcas o jefes de estado del mundo islámico pidiendo disculpas a todos los colectivos que pudieran haberse sentido ofendidos por sus opiniones personales con la prontitud y el acierto que lo ha hecho doña Sofía? ¿No es toda una lección de política e historia ese comunicado de Zarzuela, en el que la Casa del Rey recuerda el papel integrador de la figura del Jefe del Estado, su neutralidad y respeto al poder soberano, que no es otro que el pueblo español? ¿No es justamente eso lo que desde 1975 viene haciendo el actual monarca? ¿Cabe mayor grandeza? Mucho debieran aprender políticos de ayer y de hoy y gentes capaces de hacer oír su voz en los medios del trabajo de dos profesionales que responden a los nombres de Juan Carlos y Sofía.

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